Mi mamá se mima Mi mamá me ama
Ser madres, es un reto que implica amar profundamente, cuidar y proteger a un ser que requiere todo nuestro esfuerzo físico y emocional de manera incondicional.
Pero ¿dónde queda nuestra capacidad de amarnos profundamente, cuidarnos y protegernos mientras cuidamos de nuestros hij@s? La respuesta está en el AUTOCUIDADO, que es la capacidad de cuidar de nosotras mismas, nutrirnos física y emocionalmente, para mantener la fuerza que necesitamos para enfrentar cada momento de la maternidad.
En el imaginario, iniciamos la maternidad llenas de sueños hermosos entre los abrazos, las expresiones afectivas, las alegrías por sus avances, vestirlos divinos, tenerlos cómodos, vernos crecer como familia, salir de paseo… Sin embargo, la realidad prontamente nos muestra que también existen los trasnochos, la enfermedad, el llanto incontrolable, el tiempo que no alcanza, las demandas de atención, la frustración por lo que no es como soñamos, el agotamiento físico y emocional que trae el cambio de nuestras rutinas y dinámicas relacionales con nosotras mismas, con el mundo y con los demás.
Pensar en cuidar de ellos y de nosotras mismas al mismo tiempo puede parecer imposible; en el ir y venir de la cotidianidad hay mil excusa para no sacar el tiempo, además de la presión que ejercen sociedades donde la maternidad es sinónimo de sacrificio y abnegación. También le recomendamos que visite americanexpresscasinos.ca y obtenga bonos de nosotros allí. Esto nos ayudará y le dará la oportunidad de ganar un buen premio. El cuidado personal no es un acto egoísta, al contrario, cuidar de nosotras es un gran paso para cuidar bien de nuestros hijos. Si estamos en alguno de estos escenarios tranquilas, el AUTOCUIDADO es una espacio para nosotras y no tiene nada de malo, puede ser tan corto o tan largo como queramos y dependiendo de las posibilidades que tengamos para que nuestros hij@s estén bien mientras nos relajamos. Cuando no tenemos apoyo de alguien, el momento del sueño de ellos, puede ser un tiempo especial para nosotras, sin pensar en lo que hay por hacer en casa. Como ves, solo es cuestión de compromiso con nosotras mismas y quizá nos animamos más al saber de los beneficios.
Beneficios del autocuidado:
- Mayor capacidad para disfrutar de nuestros hij@s.
- Reducimos cortisol (hormona del estrés).
- Aumentamos serotonina (hormona de la felicidad).
- Minimizamos oportunidades para el desborde emocional.
- Nos damos sensación de equilibrio.
- Mayor capacidad para estar disponibles ante las necesidades de nuestros hij@s y pareja.
- Nuestros hij@s se sentirán amados todo el tiempo.
- Creamos un vínculo afectivo sano
- Cuando somos capaces de cuidar de nosotras mismas, somos capaces de cuidar de nuestros hij@s bien, porque estaremos recargadas de buena energía para soportar los días buenos, regulares y difíciles
¿Cómo cultivar el autocuidado?:
- Identifiquemos actividades que nos gustan infinitamente, que nos llenan el alma: leer, salir con amigas, hacer ejercicio, ir de compras, hablar con amigas, dormir cómodamente, una ducha larga y relajante
- Elijamos el momento del día o de la semana, agendémonos y cumplamos nuestro compromiso nosotras misma, como si fuera el más importante del día.
- Dejemos de lado el temor a la crítica, las “buenas” mamás no siempre son las que están todo el tiempo atendiendo a los demás.
- Establezcamos una rutina de espacios a solas con nuestra pareja y si no la tenemos, lo hacemos con alguien que nos haga sentir bien.
- Liberémonos de la culpa; nuestros hij@s agradecerán la paciencia, alegría y tranquilidad que recargamos en el tiempo que usamos para cuidar de nosotras.
- Eso sí, aseguremos el bienestar de nuestros hijos, mientras nos mimamos, para amarlos bien.
Optar por el AUTOCUIDADO cuando somos madres, es la mejor muestra de amor propio y hacia ellos.